29 jun 2009

No me dan gato por liebre....

Hemos llegado a un punto en que no sólo tenemos que aguantar que no tenemos salud, que estamos limitados y que la gente no se queda a nuestro lado, (nooooo, éramos pocos y parió la abuela!!!) Ahora tenemos que aguantar a los papanatas (unos 2 o 3 listos de la vida), que dicen haber "Vencido la fibromialgia", vamos, que Julio César con su "Veni, vidi, vinci" ha quedado destronado de la historia; ya lo dicen, de fuera vendrán que de casa te echarán...

Una mujer que escribió un libro, así como que es la más mejor del mundo y el resto unos quejicas estrellados, se podía haber ahorrado papel y tinta y dejarnos tranquilos. Nada más, porque la que no pueda ni desvestirse ni levantarse de la cama, ahora si que se habrá deprimido del todo y no la levantan ni con grúa. Esto no es para hacer sentir a los demás un rayito de esperanza, para nada de nada, es un cachondeo como una catedral de grande y simplemente el interés de ganar dinero a costa de los demás ¿Por qué no lo puso gratuito a repartirlo en los hospitales? ¿Por qué no lo colgó en internet presto a la mano de todo ser humano? Pues porque tiene más cara que espalda y es una mentirosa en toda regla, puestos a desbancar, ha dejado a Pinocho limpio, sin cargos y con carta de libertad.

Nada más leí la parte de atrás del libro, pero no os excitéis, no pasé de la segunda línea. ¿Qué por qué? Fácil. La primera solución era hacer una buena dieta... ¡Mal empezamos!... A mí si me quitan ya los embutidos, las patatas bravas, los choricitos fritos, etc... Y si de una buena paella o fideuá sólo cato dos cucharadas, apaga y vámonos. Aunque no puedo negar que estoy de acuerdo en que dejaré de sentir dolor... ¡¡¡¡HABRE MUERTO DE HAMBRE!!!!.. Pobre del que me quite la comida, correrán ríos de sangre...

La segunda y genial, el cambio de clima. Esto es cierto, pero ¿cómo leñes haces eso cuando no tienes ingresos de ningún tipo? ¿Qué tengo que hacer? ¿Escribir un libro como ella y así poder mudarme?... Será que a partir de ahora nos repartirán un mando como el del aire acondicionado, con el que podremos decidir que clima queremos para la casa "Temperatura chicharrera, caribeña o egipcia"... Si afuera está lloviendo, aunque bueno, eso aquí está difícil exceptuando este año que hemos tenido agua para dar y vender, tranquilos todos, porque con el botón de cambio de vistas, en las ventanas empezará a desaparecer ese día tan tristón, para dar paso a una preciosa playa de arena blanca con palmeras incluidas. Adjuntando al mando, por supuesto, una burbuja moniiiiiiísima y divina de la muerte para que podamos salir a la calle, pasear y así poder seguir gozando del cambio de clima. Lo sentimos, esto no lo verá el resto de personas, algún privilegio debía tener estar pochita... ¡Sa joio!

La segunda opción para tener dinero a porrillo y cambiar de casa, inventarme unas pastillas, sisisisi, llamémoslas Mentiderat-ion. Preguntas a los médicos y te miran como si te hubieras pinchado alguna sustancia extraña que te hace flipar, eso él que no piensa que le estás tomando el pelo y te pide que te marches. Vamos a ver, ¡alma de cántaro!, si ni ellos saben de donde proviene tanto dolor, ¿qué pasa?, ¿qué tú eres Jesucristo Superstar y te han chivado las soluciones los pitufos, no?... Y que no me vengan con las opiniones de gente, que me enseñen su expediente médico y después su cuenta corriente para ver cuanto le ha pagado por mentir...

¿Cómo se le pone la miel en los labios a una persona y se la quitas de un soplido? ¡Es que yo alucino! A la cárcel con todos ellos por jugadores de sentimientos y sueños. Mentiras mentirosas que nos envenenan el alma y nos tatúan el cuerpo. Si tuviéramos circo romano a los leones les echaba fijo, sin miramientos ni contemplaciones; y tranquilos, por una vez en mi vida no tendría sentimiento de culpa; bueno, espera, posiblemente con la indigestión que pillarían los pobres animales, que sería lo más normal.

Mientras tanto, entre estas ganas de borrarlos del mapa para que no hagan daño, estos milagreros de pacotilla se inflan los bolsillos, teniendo que seguir aguantando estas memeces que se ponen de moda como los pelos de colores. A parte de recogida de firmas para que se nos escuche y nos otorguen ayuda, resulta que deberemos recoger también para que ningún lumbreras "pringao" sin corazón, nos engañe y se compre un chalet con vistas al mar a nuestra costa

A mí no me dan gato por liebre, tal vez en algún chino, gato por pollo, pero nada más.

4 jun 2009

Cuando visité el dentista


De nuevo aquí con la afluencia masiva de palabras que piden paso a raudales entre los dedos, lástima que mi cabeza es más rápida que mis manos y se me escapan las ideas (tampoco os vayáis a imaginarme escribiendo con un sólo dedo, que tampoco es el caso, pero me duele escribir)... Pero me apetece compartir mi experiencia pequeña, pero divertida, cuando visité el dentista hace dos años. No soy capaz de no buscarle el lado divertido a las cosas, hasta cuando me estuvieron sacando las muelas del juicio, me rio y espero haceros pasar un ratillo entretenido...


"Hoy es un magnífico día. Tengo el lado derecho de mi cara un poco inflamado, ya que la buena racha continúa en mí. Me extrajeron la tercera muela del juicio que salió incompleta (esto es un suma y sigue), porque está claro que hasta unas simples muelas, era pedir demasiado que salieran bien (para que iba a dejar yo de visitar a los médicos, ya conozco traumatólogos, neurólogos, los de fatiga y fibromialgia, 4 médicos de cabecera, los dentistas, las enfermeras, etc etc, bueno, vamos, que el grupo de amistades ha cambiado bastante. De médicos hablaré en el siguiente artículo, porque hay para dar y vender) Esta vez me han quitado una de las de abajo, menos mal que todo fue rápido, sin dolor, aunque la situación de verme con el hilo en doble, saliendo de mi boca, casi un metro de largo y la dentista venga a tirar haciendo el nudo, me acongojó un poco, no os quiero engañar. Mmmmm, no me veo yo cosiendo así los pedazos de mi corazón, casi que mejor los dejo como están. Y ¡qué deciros!, mmmm, me encanta sentir los puntos en la boca, ahora sí me cuesta sonreír, pero para masoca la menda y lo sigo haciendo. Al menos hoy he podido masticar comida, uuuueeeee... Ayer todo un espectáculo para poder meterme un platito de sopa entre pecho y espalda. La pena es que aún tenía dormidos las labios y la lengua (sí, hablaba como los borrachos y la RR era pronunciada como una D y la S como una Z "El pedo de Zan Doque no tiene Dabo"); y casi tengo que echar mano de algún hijo pequeño de vecino que tuviera un babero que dejarme, porque el caldo se escurría de mi boca y todo el rato estuve con servilleta de papel en la mano. Menos mal que ahora las hacen más resistentes!!!


Y pensaréis, ¿qué tiene de magnifico entonces este día?, pues eso, volver a masticar la comida. Ayer que me negaron por momentos ese acto rutinario de todos los días, hizo que lo extrañara. A veces perdemos el valorar las pequeñas cosas cotidianas (aunque las cosas más pequeñas son las más grandes en verdad)... Siempre optamos por pensar que nuestra vida está vacía, que no tenemos nada que nos de un motivo para vivir, etc... Pues hoy, mis queridos y apreciados amigos lectores, aprecio masticar. Cierto, que si pudiera, alguna vez me metería algún que otro mordisco a mi misma; todo sea porque no tengo a nadie que me de un mordisquito de vez en cuando, todo sea porque me enfado y peleo con mi cuerpo. Pero la cordura vuelve fugaz a mi mente y recuerdo que el pedazo cardenal que podría marcarme, haría verme las estrellas cada vez que me diera un roce (¿Por qué todos los males van al mismo mal?), o lo típico ¿Por qué siempre la gente te da con el dedo ahí?¿Por qué? ¿Por qué? "Uy, ¿has visto? ¿Tienes un morado?" y halaaaa, dale que te pego con el dedito de las narices, nunca mejor dicho. No sé, me pregunto yo, que si le diera con el dedito en todo el ojo "Uy, ¿has visto? ¿Se te está poniendo rojo?", no le haría pizca de gracia, vamos creo yo...


Pues así estoy hoy, hecha un cromo de los picar de antaño. Aquello si que eran buenos tiempos. Hacía rítmica, después natación (esto a raíz de tener desviación de columna y, sí, ahí ya empecé a estar torcida), flamenco con un poco de danza clásica, aiiiixxxxx ¿qué felicidad! y a pesar de tener 29 años, ¡qué lejos quedó todo eso!... Me hubiera encantado seguir con la gimnasia, toda yo flexibilidad, pierna aquí, pierna allá, pino-puente, etc... Hasta aún sigo con esa flexibilidad, pero después de tanto tiempo presumiendo de ¡por qué yo lo valgo!, en una de las revisiones me dijeron que eso es una enfermedad (¡OTRA!) y se llama hiperlaxitud. Ciertamente, cuando decides ir al médico no sales bien parado, es una enfermedad tras otra, jolín, q stresssss!!!!! Afortunadamente, espero haber rellenado bien el cupo y que los virus y otras cosas que pululan felizmente por el ambiente, pasen de largo cuando me vean. No es por nada, es que aquí ya somos mucho y sin papeles de residencia y trabajo, aquí no entra nadie más..."


Cualquier otra persona no le encontraría el lado divertido a las cosas, pero a mí me encanta compartir mis experiencias, pensamientos, historias, críticas...
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