27 mar 2017

Intento ser seria en mis relatos, pero...

A veces creo, que no es tan sólo que mi cerebro tiene problemas para expresarse cuando intento escribir; es el estilo "seriedad", sin atisbos de humor por ninguna de los rincones, lo que me está dando más problemas para escribir mi novela de miedo.

Que una tiene una gracia y un salero para explicar las cosas tan grande (aunque lo parezca, no me acabo de pegar un moco), que parece que abarca todas las demás expresiones y sentimientos. No tristezas, no enfados, modo Zen on y viva las risas. Estoy tan rematadamente loca que cuando lloro de tristeza o dolor, me da por acabar riendo también, mientras mi interior sigue su curso de destrozo masivo.

Pero claro, a una también le pica el gusanillo del terror, mas ¿qué haces cuando lo que tu alma, tu cuerpo, tu corazón y cerebro piden risas? A ver, que no es plan de crear fantasmas contando chistes o siendo sarcásticos de la muerte a más no poder. Que con mi suerte, se me instala el más allá en el salón de la casa y venga actividades paranormales a mansalva.

Debe ser que sigo con ese lado de sadomasoquista desarrollado a nivel máximo y, me va lo difícil una vez más. ¿Para qué voy a escribir cuatro libros de risa de una tirada y ganar dinero, cuando puedo escribir uno de miedo en cinco años mínimo y morirme de hambre? A ver, ¿dime tú para qué? Con lo bien que sienta frustrarse, que te dé tal bajón anímico que tu alma roza las puertas del infierno y, vayas perdiendo pelo por el estrés. ¡Una gozada!

Dioooossssss, pero ¿por qué soy tan complicada? ¿No tengo ya bastante con todas estas "amigables" enfermedades que me acompañan en mi vida 24/7, limitándome la existencia, como para encima boicotearme a mí misma? Que de eso ya se encarga mi cuerpo todos los días.

En fin, un corto post más de divagación infinita y monólogo indefinido para la saca y sin que nadie me lea.

No me importa... Me desahogo y me lo paso bien, que es lo que importa y es para lo que están hecho los blogs :)

25 mar 2017

Una de mis salvaciones: los libros.

A veces me cuesta entender porque hay gente que no lee. Ojo, no tengo nada en contra, que cada uno es libre de hacer lo que quiera. Es tan sólo que no lo entiendo.

Debe ser porque he crecido con un libro entre las manos desde que tengo memoria. Ahora voy envejeciendo con un ebook a punto de explotar con tanta novela.

No hablo de leer para adquirir mayor cultura o desarrollar más la mente, no. Yo hablo desde el lado en que los libros han sido una de mis salvaciones desde el momento en que nací, o más bien, desde que fui capaz de poner las letras juntas y formar palabras.

Poder evitar la realidad ha sido, y es, algo muy valioso para mí.


Recuerdo ir a fiestas de cumpleaños y no jugar con los demás niños. Yo me buscaba un rincón y devoraba el libro que hubiera encontrado en casa del homenajeado/a. Los demás niños me miraban raro, pero a mí me daba lo mismo. Yo estaba en mi mundo, un mundo mucho mejor que el suyo.


No veía la hora en que mi madre me viniera a recoger; llevarme ese libro a mi casa y leerlo tranquilamente sin aquella panda de lunáticos chillando como animales.


Los domingos que no íbamos a la montaña, iba con mi padre al Mercado de Sant Antoni a buscar y comprar más cuentos y novelas. Era el día más feliz de mi vida. Libros y la compañía de mi padre. No podía pedir nada más.


Mis padres eran felices porque leía mucho. Jugaba un poco con mis muñecas, pero después, me pasaba el resto del tiempo leyendo. 


Pero lo que ellos y, el resto de gente no sabía era que, los libros, me estaban ayudando. Podía esconder lo que realmente pasaba y dejarme llevar por la imaginación.


Y, ¿qué era lo que realmente estaba pasando, os preguntaréis? Pues... Los abusos.


Sí. Hubo un familiar que abusó de mí siendo una niña pequeña. A los 5 años no entiendes una mierda de la vida y crees que es algo normal. Y como la otra persona te dice que tienes que guardar el secreto si no, tus padres, se enfadaran contigo y no te querrán, pues vas y te lo crees a pie juntillas.


Miras a otros niños y quieres preguntarles si les pasa lo mismo, pero la vergüenza es más fuerte que cualquier sentimiento de valentía.


Callas... Callas.... Y callas....


Callas tanto que, el silencio y tú vais cogidos de la mano.


La gente pensaba que era muy tímida, pero la verdad es que me daba miedo que la gente supiera lo que pasaba y dejaran de hablarme. A esa temprana edad, me costaba confiar en los hombres. Me sentía incómoda cuando me abrazaban o me decían de montar en sus piernas al caballito. 


Gracias a Dios, ese sentimiento nunca pasó con mi padre. Él fue siempre lo más para mí. Y ahora, con mi marido, pues me siento muy cómoda también.


Callé tanto que, aprendí a olvidar todos los fines de semana en que visitábamos a mi abusador y, todos los juegos sexuales que aprendí a tan temprana edad.


Callé tanto que, aprendí a vivir a través de los libros que leía. Todo finales felices. Luego aprendes que eso no existe.


Callé tanto que, ya no sé vivir sin las palabras escritas.


Los libros han estado ahí en ese momento. En el momento en que comprendí que nunca sería suficiente para mi madre y, después, murió. Cuando la vida en el colegio fue un infierno. Cuando me violaron a los 18 otra vez. Cuando me volví bulímica. Cuando vencí todo sola y llegaron mis hermosas enfermedades. Cuando perdí a mi padre. Cuando ahora mi salud va empeorando y sólo quiero vivir.


Pero también han estado en los momentos felices. Poquitos, pero tan preciados y maravillosos, que siguen iluminando la parte oscura y vestida de invierno de mi mundo.


Gracias a todos los que escribís porque sin vosotros, mi mundo no sería mundo y, haría tiempo, que hubiera dejado de existir.

4 mar 2017

Eres tiempo viejo... A mi padre.

Eres tiempo viejo. Las manecillas de tu ayer se quedaron sin vida hace cinco años y, el tic-tac de tu corazón, se quedó vestido de invierno, salpicando parte de ese hielo en media parte de mi corazón. 

Eres tiempo viejo. Medio perdido y quebrado entre los muros desgastados de mis recuerdos. Donde tu existencia fue un graffiti de colores en medio de todas las paredes de mi existencia, pero el dolor y las lágrimas lo erosionaron hasta no quedar más que líneas invisibles.

Eres tiempo viejo. Algo que no puedo abrazar ni besar nunca más. Un desdibujado boceto de lo que fue tenerte a mi lado. Desdibujado hasta casi parecer que fuiste un sueño.

Eres tiempo viejo. Tiempo viejo lleno de distancia sin números concretos. Lleno de telarañas atrapadas entre el vacío de tu presencia. Tiempo que me ata a un algo que es pasado y ojalá fuera presente.

Eres tiempo viejo... Tan viejo...

Mi tiempo viejo...

3 mar 2017

Los Vecinos de la Casa Izquierda

Vivo en una urbanización del Sur de Estados Unidos. Una en la que la mayoría de los vecinos van y vienen porque más de la mitad de ellos resultan ser militares. 

No tengo relación con nadie. No soy antisocial, es tan sólo que no me interesa y menos, para que engañarnos, en esta tierra. Pero gracias a Dios que soy así porque entonces, debería tener una memoria increíble para todas las caras nuevas que aparecen y desaparecen en el vecindario al cabo del año y, como que, ya tengo bastante mal saturado el cerebro como para darle trabajo extra. No gracias!.

Siempre hemos tenido buenos vecinos, pero esto empieza a parecer un poco ghetto. Las casas a la venta son muy baratas, así que imagino que los alquileres también lo serán.

El último que tira de espaldas es la casa de nuestra izquierda.

Hombre. Más o menos de la edad de mi marido, alrededor de los 40. Con novia. Con seis hijos. No viven con él y todos de diferentes mujeres (cáete de espaldas y rebota hasta el techo). Y siempre... Siempre... Pero siempre siempre, con un vaso de plástico en la mano donde puedes oler el alcohol cerca de él y en 5km a la redonda mínimo. 

Dice que tiene un club... A saber dónde y de qué tipo. Nos ha invitado no sé cuantas veces ya a beber a su casa y a jugar cartas. Yo no puedo parar de imaginar que es Strip Poker y me dan ganas de vomitar. Si le sumas que casi todo los días tiene idas y venidas 40 veces al día y otros, mínimo 4 coches aparcados fuera, más por la noche, no hace falta explicar mucho más.

Los acontecimientos más raros empezaron hace una semana. Le gritó a alguien:"Fuera de mi casa!" una de las tardes. A eso de las 2:30 de la madrugada del día siguiente, nuestras perras empezaron a ladrar porque escucharon ruidos en la casa de al lado. Desde entonces, no le hemos vuelto a ver el pelo. No ha habido ni rastro de nadie... Hasta hoy.

Yo he llevado toda la semana diciéndole a mi marido que está muerto. La novia lo ha matado (Tengo todo un thriller montado en mi cabeza que no os podéis llegar a imaginar).

Esta mañana, cuando mi G = marido, se ha ido a trabajar, se ha cruzado con el coche de ella. Yo he ido a mirar por la ventana como toda buena vecina cotilla que está esperando que la policía venga y descubra el asesinato y, he podido confirmar que el coche estaba ahí. Yo le he dicho a G que ella ha venido a deshacerse del cadáver que tenía metido en el congelador. Él se ha reído, pero es que la cosa aún ha ido a más para alimentar la escritora que llevo dentro y que es tímida de dar la cara al mundo aún.

Yo tengo el sexto sentido muy desarrollado así que, sin más, me ha dado por ir a mirar por la ventana alrededor de las 10:15am. Pero ha sido visto y no visto, porque había un coche rojo aparcado en frente de nuestra casa. El corazón ha empezado a bombear a toda castaña. Quien estuviera dentro, me ha visto, porque ha puesto el coche en marcha y ha desaparecido cuesta abajo del vecindario, para luego, volver cambiando la posición del coche y no he sido capaz de ver quien estaba dentro. Sospechoso? Un rato largo.

Entonces se ha bajado del lado del copiloto un chico. Con gorra negra y mirando hacia abajo para que nadie pudiera reconocerlo (a todo esto, yo escondida detrás de las cortinas de la cocina con la total adrenalina de "La ventana indiscreta" corriendo por mis venas como caballo desbocado). Ha abierto la puerta de atrás del coche rojo, ha estado hurgando algo y, ha ido directo al coche negro de la novia del vecino, lo ha abierto, lo ha puesto en marcha y los dos coches han desaparecido. Justo cuando iba a grabar todo y enviárselo a G.

Y ahora os preguntaréis, ¿y la novia? Buena pregunta y más si os digo que 3 horas después ha vuelto a aparecer el coche negro y ha salido ella del coche. Mi cara todo un poema encriptado. ¿Tiene clones o qué? ¿Se teletransporta? ¿Dónde está el vecino? ¿Quién es toda esa gente que actúan tan raro? Ahora mismo, el coche a vuelto a desaparecer.

Madre mía, madre miiiaaaa!!! Que pedazo de novela negra podría montar con todo esto y si sigue así, película de éxito taquillero sin lugar a dudas (Lo sé. Sueño demasiado).

Igualmente, sigo creyendo que en algún momento que otro, tendremos coches de la policía llamando a nuestra puerta y preguntando por el vecino y todas las actividades que se están dando últimamente. Y a ver como les explico entonces, que yo sabía de todo y no he dicho nada antes.

Bienvenida a América, sweetheart!
© Tierra de Lulu | Blogger Template by Enny Law