18 ene 2012

Dos en un baño

(Foto extraída de pichicola.com)

Es bien sabido que a muchos de vosotros, al séctor masculino, os pasa la típica pregunta de, por qué las mujeres van de dos en dos al baño? Sigue siendo la pregunta misterosa del siglo, de este, del anterior, del próximo, y de todos!!. Y mira que yo soy fémina, pero rehuyo, odio, no entiendo, me exaspera esa acción. Y peor es cuando he salido a tomar algo o comer/cenar en la que se implicaba la mezcla de chicos y chicas, que la que se levantaba se ponía enfrente de mí o al lado fulminándome con la mirada porque yo no hacía ademán de levantarme y acompañarla al baño; o si era yo la que tenía la urgencia, colgaba inmediatamente del ambiente un "Voy contigo!!" con la puesta automática de mis ojos en blanco y pensamiento de "por qué, Señor? Por qué?"

A mí es que me corta, sinceramente. No me apasiona estar escuchando como hace pis otra persona, y si encima te toca alguien que no se corta y hasta se tira ventosidades, ya es para morirse; eso con suerte que no acabe haciendo de vientre y el aroma te tire de espaldas. Además, dentro del baño hay otras dos momentos guapos de verdad:

1- Que el baño tenga el WC sin puerta y viva la fiesta de bajada de ropa interior y mirar para otro lado...

2- Que el baño tenga los WC con sus respectivas puertas, y aún así, se encierren contigo para tres cuartas partes de lo mismo explicado arriba.

Total, para las mismas conversaciones idénticas de siempre:

- Crees qué le gusto?

- Crees que me ligará al Sr. X?

- Hoy está que se sale de guapo...

- Has visto a la última que ha entrado? qué horror!! tanto de ropa como de cuerpo... Y qúe me dices de su cara? me muero...

- Tía, estoy en un sinvivir, he engordado medio kilo, y se me nota en las caderas, a qué sí?

- Si hoy no acaba comiendo de mi mano con este conjunto matador, es qué es gay!!

- Qué buenorro está el de dos mesas más a la derecha de nuestra mesa?
- Perdona, te recuerdo qué tienes novio?
- Y?

Y así, una variedad increíble. Como imaginaréis, yo activo mi botón de desconecte total. Los "ajá" y "sí" o "no", los voy soltando a boleo. ahora, como caiga un sí en lo de los quilos, qué Dios os pille confesados!!! porque la llorera puede ser monumental...

Cuando sales del baño, tienes que soportar esa mirada socarrona de todos los tíos habidos y por haber que haya en el local, y la sonrisa medio torcida de pensamiento calenturiento corriendo por su pequeño cerebro. Y entonces, si es a mí a la que preguntáis:

- Qué hacíais en el lavabo tanto rato?

No me va a quedar de otra que contestar:

- Compárabamos pechos!! ella tocaba las mías, yo las suyas. Mirábamos quien tiene el culo más terso y no quedaba otra que darnos palmaditas la una a la otra para probar...

Para que aclarar nada si váis a seguir pensando lo mismo, sin creer nada. Pues hala, como buena samaritana, os alimento más las media neurona...

Y aunque he conseguido escapar de tretas de acompañantes lavabiles; debo confesar que hace un mes, fui acompañada al lavabo... Pero antes de que nadie sonría para sí, debo decir que mi acompañanate fue una superpeque de 7 años.

Y le pese a quien le pese, es la primera vez que no tuve que soportar esa retahila absurda de chorradas. No! Tuve una conversación como Dios manda:

Yo:- Qué has pedido que te traigan para Navidades?
Peque:- Un gato y un perro que hablan.
Yo:- Y no se pelearán?
Peque:- Nooooooo, para nada. Y tú?
Yo:- No sé, lo que quieran.

No tuve que soportar el retoque eterno de maquillaje de la acompañante en el espejo, del peinado, ni de dar cien mil vueltas mirándose el cuerpo y la ropa. Pero sí tuvimos un cuerpo a cuerpo con el bote de jabón de manos; no había manera que soltara un poco de gel!! Y por último, una guerra "manil" de haber quien fastidiaba más una a la otra para que no se secará las manos en secador...

Y lo mejor, al salir, nadie en todo el bar, nos miró con recochineo...

7 ene 2012

Melodía de un sol menor




Desde una desvencijada gramola, me envuelve la melodía cascada y desgastada de lo que nunca seremos tú y yo. No lleva ritmo de tango ni bolero; ni tan siquiera de una balada donde poder olvidar que intento olvidarte; y tal vez, así, dejar de evocarte.

El disco de lágrimas secas y oxidadas, resquebrajan la aguja del tiempo donde se pudren las horas, los kilómetros y nuestra existencia. Y aún así, danzo en busca del filo de tu abismo sin más paracaídas que tu sonrisa; rozando tu imagen en la hiedra de mi mente y deslizándose por mi cuerpo como lluvia ácida de locura y agonía.

Y es que ese océano azul verdoso de tus ojos, casi a juego con los míos, me da a imaginar que en cualquier otro lugar, no importa el sitio ni el momento, en el rincón roído de otra época, tú y yo seríamos uno, sin distancias ni barreras.

Compartiríamos una luna que ahora vive a destiempo y a galope entre tu cielo y el mío, mientras las estrellas se consumen en el aliento de una mañana pintada de tu ausencia y sin el rocío de tus labios.

Compartiríamos la poción de un "te amo", silenciado entre las manos del destino, intentando esquivar sus espinas y venenos, pero sin poder evitar algún que otro contratiempo incierto y borracho de amargura.

Y en cambio, sigo aquí, sin una simple letra tuya con la que amarrar y acompasar esta melodía de un sol menor; un sol que apenas brilla tras las puertas de mi mundo, pero que ilumina mi alma deshilachada para esperarte tras las rejas de la muerte y pasear juntos por las calles de lo que pudo ser y nunca fue.

Allá donde la eternidad se viste del paraíso de tu esencia y la soledad es un leve recuerdo de lo que un día encarceló mi corazón hasta casi mutilarlo, dejando tan sólo un latido ebrio; un latido que lleva tu nombre y mi amor unidos, bailando entre los visillos de los sueños a través de una gramola desvencijada y medio rota...

3 ene 2012

Habrá un día...



Habrá un día en que no se me vea la sonrisa a través de una mascarilla, o que mis ojos se tornen vidriosos y sin luz, haciendo que la hierba de ellos se seque sin lluvia que la riegue...

Pero tú; tú seguirás siendo mi latido más hermoso, sincero y vivo.

Y quisiera arrancarte, pero es como si hubieras germinado en cada poro de mi piel y sin ti ya no soy yo. Y aunque eres vida y muerte al mismo ritmo, aunque la tristeza está morando en medio del pecho, no imagino no pensar en ti...

Siempre conmigo aún cuando tu existencia y la mía no crucen caminos...

Siendo tan sólo un secreto prendido de este corazón marchito que tú haces revivir a medias jornadas; guardando en silencio tu imagen en la cárcel de mi mente, en donde ninguna enfermedad me quite tu esencia para sonreír y cerrar lágrimas para dentro.

2 ene 2012

Cambiando el 1 por el 2



Ya sabía yo que había hecho bien en no escribir el 1 de enero... Este año, no sé por qué, me levanté feliz, espitosa, parecía que si salía a la calle iba a comerme el mundo.

Este año no lo celebré abrazada al WC vomitando como todos los años (bueno, el 2011 tampoco pasó) Siempre me he puesto malísima, con la consecuencia de parecer que vaciaba todo lo malo que me habia pasado en el transcurso del año...

El 2011 no tenía narices a entrar por la puerta porqué lo fulminé con la mirada, y en cambio, al 2012, le abrí yo la puerta con confeti en la mano, sombrerito y espanta suegras. Le cogí de la mano y me puse a dar vueltas con él en el salón (pedazo mareo),contoneo de cadera y guiñito de ojos. Este se acojonó por tanta efusividad. Creo que me miraba desconfiado esperando que en cualquier momento le sacara el cuchillo jamonero y lo fuera cortando a lonchas bien finas.

Lo abracé como a un muñequito de goma haciendo que se le desorbitaran los ojos y le dejara sin aire. Quiso escapar de mis risas alocadas, de mis sobeteos, del brillo divertido de mis ojos; pero le enganché de las piernas a pesar de sus súplicas por que le soltará. Cayó de bruces, clavó las uñas en el suelo, y aún así lo arrastré hasta la cama y lo acurruqué conmigo (no, no hicimos nada obsceno; y me puse a cantar con ese colocón de felicidad brincando por cada rincón de mi cuerpo...

Dormí poco y me levanté genial. Seguía sientiéndome flotar en el ambiente. Todos en casa alucinaban (ojo, que por fortuna eran 3) Cuando normalmente, todos los comienzos de año me levantaba con el semblante oscurecido y la nube negra persiguiéndome a todos lados, ese año yo era la alegría personificada. Millones de ideas surcando rápido mis pensamientos, fuerzas para todo, y arrancando el motor de mi existencia para ponerla a 1000km/h.

Pero hoy es otro cantar. Ya me parecía a mí!! Hoy tengo de esos días en que arrugaría mi mundo como un simple papel y lo lanzaría por la ventana más próxima (paso de esfuerzos). Tengo el mal humor por traje y encima adhesivo; por más que intento, el condenado se ha adherido a la piel y cualquier tira (eso de depilarme todo el cuerpo a lo bestia no me llama la atención, para que nos vamos a engañar)

Empiezo a sospechar que los quicos con los que celebré las campanadas estaban caducados y me crearon alucinógenos sentimentales; es la única explicación que encuentro a ese día tan extraño
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