3 abr 2012

Un mes sin ti

Hoy no voy a hacer reír a nadie... Algunos lo sabéis, otros no... Algunos lo sabéis desde un principio; desde que se complicó todos. Otros por mi facebook y, otros, por mi último post en el otro blog. No te digo adiós, sino, hasta luego

Hoy hace un mes perdí a la persona más importante y querida de mi vida; mi padre...

Sé que sonaría a tópico decir que es el mejor padre del mundo (me niego a hablar en pasado, para mí, sigue estando conmigo); pero para mí es mi padre, mi amigo, mi apoyo, mi ayuda, mi existencia, mi fuerza, mi luz... Mi todo! he perdido de un golpe, todo...

En ningún momento se quejó de dolor ni cansancio; así que cuando le ingresamos el lunes día 26 de febrero para hacerle unas pruebas porque se le habían hinchado las piernas, no volvió a salir. En una semana, desapareció; se desvaneció como un pétalo de un cerezo en flor perdido entre la brisa del más allá...

Los dos días antes del ingreso, pase las noches durmiendo en el sofá-camá del salón, porque estaba a un paso de su cuarto. Cada hora se despertaba el pobre para orinar y era yo quien le incorporaba en la cama y le volvía a acostar. Yo que no tengo fuerzas para nada por mi fibromialgia, fatiga crónica y sensibilidad química múltiple (en otros posts habéis podido ver que apenas menciono de que sufro, entre otras cosas). Mi amor hacia él hizo que pudiera cuidarle, levantarle del sofá también. Recuerdo que un momento me dijo: "Parece como si hubieras estado haciéndolo toda la vida".

También recuerdo cuando le preguntaba constantemente antes de todo, si se encontraba mal y su respuesta me quema cruel en el cerebro: "No me encuentro mal. Si no fuera por lo de las piernas, estaría corriendo" (Esto fue una semana antes de que la pesadilla de mi existencia tomara forma de nuevo). En el hospital, cada vez que abría los ojos, le sonreía, cuando mi interior estaba anhegado de lágrimas y del secreto de saber que le perdía. En una de esas veces, su voz sonó clara: "Hola, sonrisa!"... O el último flan que le di, aún cuando ya estaba con el gotero, el día antes de su marcha:

"Papa, voy a comer un bocata aquí a tu lado, vale?
- Yo también quiero comer!!
- Sí? Tienes hambre? (su cabeza se movió rápido diciendo sí) Quieres un flan?
- Sí!!!"

Y se lo comió más a gusto que nunca. Dos días después, al recordarlo, pensé que aquel flan parecía como el último deseo que se le concede a un condenado a muerte, y nunca mejor dicho.

Recuerdo decirle todos los días "Te quiero mucho", y él decirme "Yo a ti también" en sus momentos de lucidez. Le acariciaba constamente alguno de sus brazos y sus piernas. Le mesaba los cabellos, le llenaba de besos; los últimos besos que le daría y que el sentiría... El domingo 4 de marzo, ya inconsciente, le pedí perdón por todo el daño que pudiera haberle causado en nuestras peleillas o situaciones. Le di las gracias por estos 33 años conmigo; gracias por cuidarme, por ser paciente, por quererme. Y que no tuviera miedo a marcharse. Que no se preocupara por mí, que iba a estar bien, que iba a ser fuerte por él. Y le canté suavito algunas cnaciones, sobretodo, "Love me tender" de Elvis Presley, porque siempre decía que le encantaba como la cantaba. y sé que me escuchó, porque una lágrima fluyó de sus ojos medio cerrados.

Aquella misma noche, la rosa más hermosa dejó de respirar de mi jardín, para pasar a estar todo cubierto de nieve, como el beso que le di en su fría frente y, con un cielo negro sin estrellas en mi mundo. El día 7 de marzo le incineramos. Antes, le cogí sus frías manos y le volví a decir "Te quiero mucho, papá" Pensando en la carta que le había escrito y le habían puesto en el bolsillo de su chaqueta en donde acababa con un: "No te digo adiós, te digo un hasta pronto"

Ahora nada más tengo recuerdos y lo más doloroso es que no puedo abrazarlos. Su olor está en todos sitios; abro su armario y abrazo su ropa, mientras alguna lágrima resbala sin permiso por mis mejillas; pero las secó rápido y no dejo salir ninguna más. Me siento como una ciega sin guía o, como una viejecita sin bastón donde apoyarse. Aunque intento cubrir mi mundo de su esencia, con esa sensación de que se ha ido a comprar y volverá en cualquier momento. Y aunque muchos me toméis por loca, sé que está a mi lado, le siento.

Os pongo esa canción que canté. Siento no ser la mejor interpretación porque no puedo evitar que la emoción me suba hasta la garganta, o que no acelere como al final, porque sólo tenía ganas de acabar.

Va por ti, papá!! Te quiero y te querré toda la vida y como te puse en la carta, hasta en el más allá; porque te quiero desde lo más profundo del alma y, el alma nunca muere.

Y para terminar, los dos poemas que leyeron en la ceremonia laica; porque tienen mucho significado y ojalá, si alguien está en esta misma situación, le haga sentir un poquito bien. O, para cuando desgraciadamente os toque vivir a algunos de vosotros, los recordéis...
Vivid todos los días de vuestra vida como si fuera el último, porque un día lo será...

Puedes llorar por que se ha ido,
O puedes sonreír por que ha vivido;
Puedes cerrar los ojos y rezar para que vuelva
O puedes abrirlos y ver todo lo que ha dejado;
Tu corazón puede estar vacío porque no lo puedes ver
O puede estar lleno de amor que compartisteis.
Puedes llorar, cerrar tu mente, sentir el vacío y dar la espalda
O puedes hacer lo que a él le gustaría:
Sonreír, abrir los ojos, amar y seguir.
La muerte no es nada

Simplemente pasé al cuarto de al lado
Yo soy yo, vosotros sois vosotros.
Lo que fui para vosotros, lo seguiré siendo siempre.
Llamadme con el nombre
Con que siempre me llamaron.
Habladme como lo hicisteis siempre,
No cambiéis el tono de voz,
No os pongáis solemnes, ni tristes.
Seguid riendo de lo que juntos nos reíamos.
Luchad, sonreíd, recordadme…
Que mi nombre sea pronunciado en casa como lo fue siempre.
Sin ningún énfasis, ni asombro de sombra.
La vida significa todo lo que siempre fue.
El hilo se cortó.
¿Por qué tendría que estar ausente de vuestros pensamientos?
¿Sólo por qué no me veis?
No estoy lejos…
Estoy no más del otro lado del camino.
Charles Peguy
(Filósofo francés)
© Tierra de Lulu | Blogger Template by Enny Law