24 feb 2017

Cuando la niebla cerebral llega a tu vida.

A todos nos ha pasado que, a veces, se nos olvidan las cosas. No recordamos donde pusimos las llaves de casa o, como se llamaba el chico con el que ligaste la noche anterior.

Pero, ¿qué pasa cuando eso se repite cada día haciéndote la vida un infierno? Pues pasa, que lo tuyo son nimiedades y lo mío, es una mierda como 5 catedrales Sagradas Familias juntas, y aún así, me estoy quedando corta.

No es tan sólo que se te olvidan nombres, o números... No. La niebla cerebral son palabras mayores.

Llegas al extremo de dudar de si habías estado hablando hace cinco minutos atrás. Y siendo así, ¿de qué? Ya os podéis imaginar la cara de la persona que está a mi lado cuando pregunto:"Oye, tú y yo hemos estado hablando, ¿verdad?" Su cara no es un poema, es una oda.

Llegas a olvidar en un abrir y cerrar de ojos como hacías algo que llevas toda tu vida haciendo o, meses atrás. Las que más logro recordar sin que se me queme el cerebro por ello son: 

- la vez que me quedé helada con un bolígrafo en la mano siendo incapaz de recordar como era mi firma. Y mira que la mía es simple, pero tuve que echar mano del DNI.

- La vez que no supe como encender el iMac. Yo creo que el puñetero botón jugó al escondite conmigo aquel día.

- Y la más reciente... Como narices me pongo los tapones de los oídos!!! Conste que lo hago cada noche. Pues el otro día, después de habérmelo puesto, se me cayó. Pues en ese exacto momento, mi cerebro se desconectó "Su cerebro está apagado o fuera de cobertura en este momento", y ahí estaba yo, tumbada en la cama, en la más completa oscuridad, tratando de adivinar, sin suerte, como insertarlo de nuevo en mi oreja. Y los necesito porque mi marido no es que ronque. Lo suyo son rugidos de león a través de unos altavoces de máxima potencia.

Y por si esto fuera poco, tienes los momentos en que no sabes comunicarte. Yo es que, ya no es que haya nacido rubia y puede que saber tres idiomas es demasiado para mi cerebro; no. No soy capaz de poner las palabras en orden y expresarme. Y para alguien que siempre ha adorado escribir, es lo peor de lo peor. 

No me falta inspiración. Lo digo por si alguien más se suma a lo que muchos me dicen. Tengo las musas azuzándome a saco, venga ideas, a todas horas. Yo creo que no me ven perdiendo pelo y llorando, no le ponen freno. Mi cabeza es un hervidero de imágenes pero mi cerebro no es capaz de ponerles palabras. Aún me sorprende que mi cabeza siga teniendo las mismas dimensiones y no haya explotado.

Y si tengo que hablar, apaga y vámonos. A veces hablo tan lento porque las palabras vienen en cuentagotas, que la gente cree que soy Dori hablando balleno.

Antes lloraba más que la Zarzamora y creaba nuevos ríos en la península, pero ahora, soy capaz de no perder la calma. No es fácil. A veces me gustaría abrirme la cabeza, extraerme el cerebro, mirarnos mútuamente a la cara y decirle: "Eres el mayor cabronazo que he conocido en mi vida, y mira que tú y yo sabemos que de esos los he tenido a bofetadas". Pero es lo que hay.

Sigo ahí, con paraguas bajo la tormenta y a ratitos dejando que las gotas acaricien este cuerpo tatuado de dolor y cansancio.

10 feb 2017

De Vuelta...

Hello everybody, I´m back!!!

Y lo suelto así, en inglés, que parece que hasta impone más. Sólo me falta una puerta para hacer una entrada triunfal con confeti de colores cayendo por todos lados y, efectos de gente vitoreando en el fondo. Iba a hacer un vídeo haciendo eso y subirlo, pero para que nos vamos a engañar, ni me gusta que me graben ni tampoco quiero causar pesadillas a nadie. Así que lo dejaré aquí escrito y allá cada cual con su imaginación.

Sé que decidí cerrar mi blog después de que mi padre falleció. Creí que cerrándolo y empezando un nuevo blog... Y otro... Y otro más... Sería bueno. Una nueva vida, un nuevo blog; pero me equivoqué. ¿Creéis que si lo he intentando 6 veces y ese número es el del diablo, hay alguna mala conexión? Me fascina lo paranormal, pero todo tiene un límite. 

He vuelto a reactivar mi twitter y ahora mi viejo y adorado blog. 

Sigo enferma y sumando más y empeorando. Yo es que ya ni me sorprendo. 

Ahora estoy casada. Lo sé. Yo que no creía en el matrimonio ahora llevo casi 4 años con un hombre maravilloso y soy Sra. de ...... (bua, suena fatal en español, me quedo con el Mrs. en inglés que hasta parece que da categoría y por lo menos no me hace sentir una mujer de 90 años, aunque mi cuerpo por dentro parezca de 200 años).

Ya no vivo en España, sino en EEUU. ¿Quién me iba a decir a mí, que a mi edad, iba a hablar el inglés con desparpajo? Increíble! Eso sí, no os alucinéis que no estoy ni en New York, ni en LA ni Miami. Estoy en uno de los sitios del Sur más aburriiiiiiiiiiiiido que te puedas echar a la cara, pero ya me he acostumbrado así que, a mi manera, soy feliz.

Mi marido es exmilitar, un Airborne. Pobre fastidiadete de la espalda, las rodillas y los tobillos por tanto salto en paracaídas, pero trabajador. Fuera de casa, en casa para que arregle algo puede pasar siglos. Así que quien acaba haciendo la mayoría de las cosas soy yo. Tengo el master en fontanería, electricidad, montar muebles y configurar y arreglar tecnología punta. 

Y vivimos con dos beagles peludetas que son una alegría y un estrés al mismo tiempo que para qué.

El resto de cosas, pues ya las iré contando poquito a poco.

Ains, cuanto he echado de menos mi blog!!!!

Un abrazo a todos.
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