Vivo en una urbanización del Sur de Estados Unidos.
Una en la que la mayoría de los vecinos van y vienen porque más de la mitad de
ellos resultan ser militares.
No tengo relación con nadie. No soy antisocial, es tan
sólo que no me interesa y menos, para que engañarnos, en esta tierra. Pero
gracias a Dios que soy así porque entonces, debería tener una memoria increíble
para todas las caras nuevas que aparecen y desaparecen en el vecindario al cabo
del año y, como que, ya tengo bastante mal saturado el cerebro como para darle
trabajo extra. No gracias!.
Siempre hemos tenido buenos vecinos, pero esto empieza
a parecer un poco ghetto. Las casas a la venta son muy baratas, así que imagino
que los alquileres también lo serán.
El último que tira de espaldas es la casa de nuestra
izquierda.
Hombre. Más o menos de la edad de mi marido, alrededor
de los 40. Con novia. Con seis hijos. No viven con él y todos de diferentes
mujeres (cáete de espaldas y rebota hasta el techo). Y siempre... Siempre...
Pero siempre siempre, con un vaso de plástico en la mano donde puedes oler el
alcohol cerca de él y en 5km a la redonda mínimo.
Dice que tiene un club... A saber dónde y de qué tipo.
Nos ha invitado no sé cuantas veces ya a beber a su casa y a jugar cartas. Yo
no puedo parar de imaginar que es Strip Poker y me dan ganas de vomitar.
Si le sumas que casi todo los días tiene idas y venidas 40 veces al día y
otros, mínimo 4 coches aparcados fuera, más por la noche, no hace falta
explicar mucho más.
Los acontecimientos más raros empezaron hace una
semana. Le gritó a alguien:"Fuera de mi casa!" una de las tardes. A
eso de las 2:30 de la madrugada del día siguiente, nuestras
perras empezaron a ladrar porque escucharon ruidos en la casa de al lado.
Desde entonces, no le hemos vuelto a ver el pelo. No ha habido ni rastro de
nadie... Hasta hoy.
Yo he llevado toda la semana diciéndole a mi marido
que está muerto. La novia lo ha matado (Tengo todo un thriller montado en
mi cabeza que no os podéis llegar a imaginar).
Esta mañana, cuando mi G = marido, se ha ido a
trabajar, se ha cruzado con el coche de ella. Yo he ido a mirar por la ventana
como toda buena vecina cotilla que está esperando que la policía venga y
descubra el asesinato y, he podido confirmar que el coche estaba ahí. Yo le he dicho
a G que ella ha venido a deshacerse del cadáver que tenía metido en el
congelador. Él se ha reído, pero es que la cosa aún ha ido a más para alimentar
la escritora que llevo dentro y que es tímida de dar la cara al mundo aún.
Yo tengo el sexto sentido muy desarrollado así
que, sin más, me ha dado por ir a mirar por la ventana alrededor de las
10:15am. Pero ha sido visto y no visto, porque había un coche rojo aparcado en
frente de nuestra casa. El corazón ha empezado a bombear a toda castaña.
Quien estuviera dentro, me ha visto, porque ha puesto el coche en marcha y
ha desaparecido cuesta abajo del vecindario, para luego, volver cambiando
la posición del coche y no he sido capaz de ver quien estaba dentro.
Sospechoso? Un rato largo.
Entonces se ha bajado del lado del copiloto un chico.
Con gorra negra y mirando hacia abajo para que nadie pudiera reconocerlo (a
todo esto, yo escondida detrás de las cortinas de la cocina con la total
adrenalina de "La ventana indiscreta" corriendo por mis
venas como caballo desbocado). Ha abierto la puerta de atrás del coche rojo, ha
estado hurgando algo y, ha ido directo al coche negro de la novia del
vecino, lo ha abierto, lo ha puesto en marcha y los dos coches han
desaparecido. Justo cuando iba a grabar todo y enviárselo a G.
Y ahora os preguntaréis, ¿y la novia? Buena pregunta y
más si os digo que 3 horas después ha vuelto a aparecer el coche negro y ha
salido ella del coche. Mi cara todo un poema encriptado. ¿Tiene clones o
qué? ¿Se teletransporta? ¿Dónde está el vecino? ¿Quién es toda esa gente que
actúan tan raro? Ahora mismo, el coche a vuelto a desaparecer.
Madre mía, madre miiiaaaa!!! Que pedazo de novela
negra podría montar con todo esto y si sigue así, película de éxito taquillero
sin lugar a dudas (Lo sé. Sueño demasiado).
Igualmente, sigo creyendo que en algún momento que
otro, tendremos coches de la policía llamando a nuestra puerta y
preguntando por el vecino y todas las actividades que se están dando
últimamente. Y a ver como les explico entonces, que yo sabía de todo y no he
dicho nada antes.
Bienvenida
a América, sweetheart!