9 feb 2009

Guía del enfermo, entre togas y mazos


De hace 2 años viene a mi memoria (sí, increíble, lo sé), una noticia que me dejó más cuajada que la de la casa Danone. Una mujer mayor de unos 54 años más o menos, enferma de fibromialgia, solicitaba ayuda de minusvalía ante un juez. Trabajaba como limpiadora y ya no se encontraba en condiciones de seguir. Cuala fue la contestación ante la que se encontró la pobre mujer:

-"Si Ud se encuentra bien para ir a la peluquería, se encuentra perfectamente para levantar una fregona de 5Kg y trabajar"

La madre que lo matriculó! Puercoespín venenoso! Y se quedó tan pancho el colega. Se tendría que haber mordido la lengua y haberse tragado su propia escupidera envenenada, cenutrio pollino!! Las siete plagas de Egipto deberían atacarte a ti solito para decirte con gusto:

-"Venga hombre, no me sea quejica. Si Ud es capaz de decir que los demás estamos bien a pesar de arrastrarnos, no va a ser menos. Ale, ale, a trabajar!!"

Pues sepan jueces, mandamases o quienes sean... ¡YO VOY A LA PELU! Hala, ya lo he dicho. Por fin he salido del armario, con el pecho hinchado de satisfacción, la cabeza alta y sin tembleque en las piernas... Qué? Cómo se les ha quedao el cuerpecito?... Es que entonces poco puedo lavarme el pelo y secármelo. NO PUEDO!NO PUEDO! y NO PUEDO!. Y es cierto, tengo que ir a mi agradable peluquera a que me haga brillar el pelo sanote. Pero no penséis que salgo como las rosas, no, no, no, porque el dolor de espalda y cuello me dura días. Que sabrán esa panda de sabandijas callejeras, esos buitres carroñeros del corazón...

Creo que debe andar por algún lugar perdido, alguna "Guía del enfermo", por la que ellos se rigen. Agradecería mirasen fecha de la publicación, más que nada porque seguro que será del 1750 Antes de Cristo!!!; y ellos como que muy lumbreras no son, para que decir más...

Pero que no cunda el pánico, pueblo, que aquí estoy yo para daros unos pequeños pero seguro efectivos consejitos para acudir a vuestros juicios de tribunal médico:

1- No te laves. Pásate 3 meses sin catar el agua (no me seáis brutos, podéis beberla), simplemente no tengas relaciones carnales con ella y borra el jabón por un tiempo. No importa si la gente no soporta estar a tu lado. Siéntente realizada. Vas por buen camino.

2- No te peines. A parte de que conseguirás unas rastas naturales admirables allá donde vayas, esto impacatará que te mueres!!! Por los piojos no te preocupes, son tus mejores amigos. Ya sabes, no te abandonarán...

3- No te cambies de ropa. Lleva la misma, mínimo por un mes, noche y día. Rebózate en grasa, en barro, haz que se rompa a jirones... Con todo esto te desestresarás un pelín y luego, piensa en el montón de ropa que te van a regalar creyendo que no tienes, uaaaah, genial!!!

4- Camina hasta rebentar. Los 4 días antes del juicio, sal a pasear todas las noches. (Tranquila, nadie te atracará; recuerda el aroma nauseabundo que desprendes. Es mortal!!)... Todo esto hará que tus ojeras lleguen hasta el suelo y que hablar ya te cueste más de lo normal. Y entra arrastrando los pies y la cabeza gacha, no tiene precio!!!

Para mí que esto es lo más cercano al perfil que ellos reconocen como persona enferma, porque ya me diréis. Para ellos se ve que no tenemos derecho a que nadie nos peine, nos maquille, nos vista, nos lave el pelo, etc; porque a mí esto no me cuadra nada de nada...

Lo único claro es que a lo que no tenemos derecho es que una panda de fracasados pizpiretas del montón, amargados e infelices, decidan nuestro futuro y situación. Pero que se puede esperar si no saben defender a las mujeres maltratadas a las que después matan libremente, sin ningún tipo de castigo tanto a estos asesinos, como a los que abusan de
niñ@s (algunos también acaban con sus vidas), ni a los que con un coche acaban con seres humanos destrozando familias, ni a los que roban hasta el alma, etc...
Menos mal que yo puedo seguir mirándome en el espejo y mirando a los ojos de las personas, cosa que ellos no...

"Antes enferma, que juececilla"

1 feb 2009

Cuando "Los cuando" llenan el salón de tu existencia


A mis 30 años y toda una… una… una... no, no estoy tartamudeando y sí, sé que ahí seguido quedaría muy bonito “y toda una vida por delante”, pero:

1- Toda. Suena una palabra tan inmensa que me ahoga.
2- Una. Gracias porque sólo sea una, con dos no podría.
3- Vida. Si esto es vida que venga la rana Gustavo y me lo diga. Aunque estudiado por el verbo y acto de respirar, pues sí, respiro=vivo, respirar=vida (iluminada por la inteligencia alienígena, que le vamos a hacer).
4- Larga. Más me vale que lo justo, pero con la suerte que tengo duraré hasta los 131 años, nada más que por fastidiar aquello de que no hay mal que 100 años dure
5- Por delante. Definitivamente mejor que por detrás. (Esa sonrisilla que os ha salido de picaruelos, no tiene precio).

Algunos me han dicho, ponte un poco seria en todo esto, por que tan fuerte no puedes ser. Ostras, gracias por el voto de confianza, se agradece y no sé si podré vivir con tanta responsabilidad sobre mí. Recordadme que no os nombre cuando me den algún día, el premio nobel a la santísima paciencia, no es por nada, es que ya que sufro de pérdidas de memoria, puede ser que tenga suerte y caigáis por el orificio del olvido. Tranquilos, no os sintáis mal, no es nada personal, ha sido a lo bote pronto.
Está bien, me pondré un poco seria. Conste en acta que me cuesta porque sólo tengo ganas de reír y entretener, pero más que por mí, esto va por los que sufren aún más que yo y no se les escucha, no se les entiende, no pueden gritar, no tienen a nadie en quien apoyarse, en donde llorar…
Cuando los cuando llenan el salón de tu existencia

Cuando:

- los pendientes y los colgantes pesan más que un mono colgado
- el bolso ha decidido convertirse en una roca de 5 kilos
- el móvil es más pesado que un bate de baseball y las teclas parecen de pladur
- tu mundo y tu vida se llenan de preguntas y tu cuerpo no tiene respuestas
- todo cambia radicalmente menos el calendario
- el peine es un rastrillo
- el pijama es un saco de patatas y optas por dormir en pelotas, rezando para que no haya un incendio
- el cepillo de dientes es una sierra
- el calzado es una bola de los presos cerrada al tobillo
- la ropa es un abrigo de espinas
- pintarte es como pintar un Picasso
- las sábanas y la manta es una losa que oprime
- abrir una lata te provoca una luxación de muñeca
- tienes que cambiar a una cama alta, porque de la baja no te levantas
- no recuerdas como era vivir sin dolores
- no recuerdas una conversación de hace 5 minutos, una situación, como se encendían los fogones, como se abría la puerta de casa, como funciona el ordenador
- llega el invierno y abrigarte tanto pesa como un oso
- llega el verano y te duermes caminando como una muñeca de Famosa
- la gente te dice que todo es producto de tu cabeza y esta se parte de risa
- no puedes dormir y parece que el tiempo haya decidido pararse
- bajar las escaleras es como despeñarse a los infiernos
- subir las escaleras te hace replantear vivir en la portería
- los amigos te abandonan como el desodorante
- los dolores te hacen desesperar como la final de tu equipo de fútbol o F1
- el amor es una leyenda y el príncipe se convierte en rana
- los medicamentos son como chucherías, no hacen nada y fastidian el estómago
- la imaginación es lo único que te hace latir como un aleteo de mariposa
- hay personas que te vienen llorando porque se les ha roto una uña de porcelana o no saben que marca de coche comprarse, y tú ahí aprendiendo a cantar “Jondo” Ay, ayyy, ayyy
- asearte se convierte en el lavado del gato
- tienes que cortarte el pelo porque molesta y resulta que ahora no puedes darle forma
- las tiras del sostén se clavan como cable de acero por mucho que aflojes
- estornudar monta los carrillos, el entrepecho, el estómago y la espalda
- llorar se convierte en un lujo, como los pañales y las compresas
- no puedes moverte o levantarte y necesitas ayuda
- te dicen “Tú lo que eres es más vaga que la chaqueta de un guardia”
- cruzas los velcros de las bambas para que sea lo único cruzado del día
- más conoces a la gente más quieres a tu perra
- llevas caminado 5 minutos y te parece llevar 1 hora
- te pellizcas esperando que todo sea una pesadilla
- la flacidez llega y no puedes hacer nada para remediarla
- esperas que la moda de pasear por la calle desnudos, llegue al fin porque no puedes vestirte
- te dicen que no puedes tener hijos, te cuesta tener relaciones íntimas y los cuernos no te dejan pasar por la puerta
- los tacones son puñales en los talones
- enferméis, os acordéis de mí y sepáis lo que estoy pasando
- decides pasarte por el forro de la solapa a más de la mitad de la gente, comienzas a sonreír y aprendes a vivir con lo que tienes y a luchar como una buena guerrera...

Ahí os dejo una buena lista de los millones de “cuando” que existen… A los que no les ha gustado lo que escribo, poneros las pilas porque cuando no te das cuenta llega la marchitez y, cuando volváis la cabeza atrás os daréis cuenta de cómo habéis perdido el tiempo. A mí como me ha llegado temprano, aprovecho en conocer mis limitaciones y sé que puedo hacer y que no. Nunca hice un máster y mira tú por donde, estoy haciendo uno “Conocerme a mi misma”. A lo mejor cuando a algunos os lleguen las enfermedades os peguéis un tiro, rezad para quedaros tiesos en el acto, porque todo sea que os quedéis lelos del todo y entonces ya nadie sea capaz de aguantaros de ninguna manera.
Yo
seguiré aquí matando el tiempo y que no sea él el que me mate a mí. Seguiré con mi buen sentido del humor y poniendo al buen tiempo buena cara (eso si no tengo ningún tipo de punto de sutura en la boca). Seguiré disfrutando de la pocas personas que quedan a mi lado, se pueden contar con los dedos de una mano, (algunos un poco más lejos), pero todos valen un imperio. Y el resto seguid engañándoos que el que ríe último ríe mejor…
"En el corazón de todos los inviernos, vive una primavera palpitante, y detrás de cada noche, viene una aurora sonriente"

Cuando Vuelva a Nacer




Cuando vuelva a nacer, prométeme que siempre estarás a mi lado, que no te marcharás para no volver jamás. Te extraño desde hace tanto tiempo que he perdido la cuenta. Ha llovido mucho desde entonces, hasta borrar uno a uno los recuerdos de lo que era estar contigo, se han ido por la cloaca de lo insufrible…


Salíamos a pasear, hacer deporte, tomar el sol, compartíamos las vacaciones, los amigos que creía tener, los parques de atracciones, incluso tú me viste crecer, tú viviste conmigo los malos tragos, las malas experiencias, las eternas pesadillas… Pero ahora que ya no estás aquí, todo eso se ha esfumado. Se ve que tú te lo has llevado todo y me has dejado con los bolsillos vacíos de sueños y vivencias… No recuerdo haber firmado ningún tipo de preacuerdo o contrato en el que dijera que te irías lejos de mi alcance un día, sin avisarme y, en el que me arrancarías la existencia del mundo…


A veces no encuentro sentido a levantarme, pero sigo haciéndolo, aunque sin ti… Hay un inmenso hueco vacío en donde deberías estar tú, pero ya no existe nada que pueda rellenarlo, ni el aire, ni el agua, ni nada; vacío de todo, ahí, suspendido en mi entrepecho, a cuatro pasos del corazón… Y me cuesta respirar en ocasiones, sea por lo mal que me encuentro (eso el día que no me he perdido), sea porque tu ausencia ha anulado los entresijos de mis sentidos… Debiera haber sido traficante de piedras preciosas y haber valorado la joya que tenía contigo, pero como nunca rechistaste ni hiciste acopio de flojera, seguimos durante mucho tiempo siendo una única persona…


Y con tu marcha conocí la frialdad de las personas, el egoísmo… Poca gente tiene un átomo de comprensión o un guión de cariño surrealista. A mí me dijeron un día, no tener corazón porque siempre digo lo que pienso, después de lo visto, el mío es tan grande que aparte de dar pinchazos y latir, estar exhausto y agotado, es capaz de seguir marcando el ritmo. Se enganchó el tic tac de su reloj a la esencia etérea de lo que la gente ya no ve: la vida, y aunque me parto las uñas arañando las paredes de su fuero interno, no me bajo de la cresta de la ola ni a empujones…


Y me abrazó la soledad cuando te fuiste, pero a pesar de todo, he sabido quererla. He descubierto que más vale sola que mal acompañada, que no pierdo el tiempo con quien realmente no la merece… Después de tanta burla he aprendido a sonreír, un dibujo tibante en la línea de mis labios...


Sólo me faltas tú, mi carisma, mis hilos de marioneta, mi luz, mi guía, mi fuerza para moverme, mi rayito de luz… Sólo tú, que un día me dejaste huérfana de mi misma…


A ti va todo esto, para cuando vuelva a nacer no te separes de mí…


A ti mi ser más endeble y sensible, que no supe cuidar…


A ti, mi gran amor perdido


A ti, mi Salud
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